domingo, 20 de febrero de 2011

Capitulo 6: Una oportunidad (Parte 2, Final)

Que idiota soy. Que idiota soy. ¿Cómo se me ha ocurrido reaccionar así? Son los primeros pensamientos que inundan mi mente cuando por fin me tranquilizo y me suelto de Jack. Me limpio con las mangas del abrigo los restos de lágrimas. Todos los demás están con la mirada fija en mí, susurrando a sus amigos y con una sonrisa plasmada en el rostro. Mi ira aumenta, pero intento tranquilizarme porque recuerdo que a mis “habilidades” no le sienta nada bien que me altere. Damos una sacudida y el autobús se detiene,  contemplo a través de mi ventana las brillantes montañas cubiertas de nieve. Cojo mi mochila del compartimento que está encima del asiento y escapo lo más rápido que puedo de allí. Alguien me sujeta de la mano, me giro y me encuentro con una chica rubia de grandes ojos verdes: Charlotte. Comparte clase conmigo pero nunca hemos hablado, siempre está rodeada de gente y al parecer ahora “se preocupa por mí”:


-Karen ¿verdad?-Empieza, y me deja claro que por suerte ha acertado mi nombre- ¿Qué te ha pasado?-noto que todos los demás se acercan, interesados en lo que le ha pasado a la “rara” de Karen. Genial. Ahora si que no puedo irme sin hablar, opto por decir la verdad por humillante que sea.- ¿Por qué has gritado?-insiste.
-Por una pesadilla.-Eso genera una oleada de risotadas que invade el vehículo. Me aparto del gentío y bajo del autobús para agarrar mis maletas. Alguien corre para alcanzarme, yo respondo acelerando el paso. Me alcanza y espero que no sea Charlotte, por suerte me equivoco.-Caroline…
-¿Estás bien? No hagas caso a Charlotte es una completa estúpida.-Cruza los brazos indignada.
-Sí, pero gracias a esa estúpida he tenido que decirle a todo el mundo que reacciono con lágrimas ante las pesadillas-suelto.
-No te preocupes, lo olvidarán o simplemente lo ignorarán.-Se plasma en su rostro una media sonrisa.
Lo dudo.

Jack se acerca y dice unas palabras similares a las de Caroline. Cuando estamos ya todos cargados de maletas, empezamos a caminar hacia las cabañas, no están muy lejos pero llegar se me hace eterno, con miradas “disimuladas” y palabras en “voz baja”. Finalmente llegamos y escogemos habitaciones, son muy amplias: tienen cuatro habitaciones separadas, dos cuartos de baño y un pequeño salón con sillones, televisor y chimenea. Me quedo perpleja.

-Vaya… ¡está bastante bien!-el entusiasmo de Caroline se hace notar.- Un año, cuando viajamos a Italia nos alojamos en un hotel y era mucho peor que estas sencillas cabañas, las paredes, por ejemplo, estaban llenas de moho.

-¿Moho? ¿En serio?- pregunta Scarlett sorprendida, todos nos reímos.

Elegimos los dormitorios y nos acercamos a la puerta dispuestos a reunirnos con los demás en el comedor, pero la tutora entra y empieza a preguntarme que me ha pasado y persevera en que permanezca en la cabaña. No quiero. Es frustrante quedarse encerrada, para eso tengo mi casa. Al final, después de tanto persistir por irme, me obligan a aguantar en la habitación mientas los demás esquían. Jack se ofrece para acompañarme pero no lo consienten. Se retiran de la estancia y me quedo sola. Decido acomodarme en el sofá central y cubrirme con una manta, busco en mi mochila el libro de “Sherlock Holmes” y comienzo a leerlo. La ventana que hay justo a mi lado me muestra lo bien que se lo están pasando los demás. Suenan dos golpes simultáneos en la puerta, que se abre a continuación haciendo ver una figura: Jack.

-¿Qué haces aquí? Creía que no te dejaban…-arqueo una ceja.
-Y no me dejan, pero hay algo que se llama escapar sin ser visto.-confirma- Pensé que estarías mejor con compañía.
-Sí, es mucho más entretenido-admito cerrando el libro.- No entiendo por qué me tengo que quedar aquí, estoy bien.
-Me preocupaste.-dice apartando la mirada.- ¿Otra vez ese sueño?

Asiento, quiero cambiar de tema porque no me apetece responder más cuestiones sobre el incidente.

-¿Cómo que la excursión esta fue tan repentina?-pregunto cortante.
-No lo fue. Al principio del trimestre hablamos sobre el viaje a las montañas para diciembre. Nosotros solo esperamos a que la tutora lo anunciara, tú y Scarlett sois nuevas y os ha pillado de improviso.- se detiene- ¿Se te ocurre algo que podamos hacer?
-Yo voy a seguir leyendo, tú haz lo que quieras.-digo volviendo la vista al libro.
-De acuerdo.-entra en su habitación y coge un pequeño cuaderno, se sienta a mi lado y empieza a escribir algo. Alzo la cabeza para visualizar lo que hay en ella: fotografías.-Exacto, me gusta la fotografía.-Mi boca dibujó una leve sonrisa.

Nos pasamos un largo rato con nuestro respectivo entretenimiento, hasta que Caroline y Scarlett llegan a la estancia hablando sin parar de las caídas de muchos de los alumnos.

-Venga, Jack, Karen, vamos al salón principal.-anuncia Caroline.-Es hora de contar historias de miedo- a esto último le pone un tono escalofriante. Nos levantamos y nos acercamos a la habitación donde están Christian, Tom, Alison, Ashley y Matheu sentados en frente de la chimenea encendida.  Apagan las luces y nos quedamos solo con el nítido resplandor de las llamas.
Christian comienza: “Una clase fue de excursión a la nieve (que típica forma de empezar) y a una chica llamada Elle se le asignó una habitación para ella sola. Por la noche la tele se encendió y apareció una cara monstruosa pero muy real susurrando- Vete, fuera de aquí – Elle se levantó de un golpe, la televisión se apagó de nuevo y se introdujo en el baño para frotarse el rostro con agua, entonces por el rabillo del ojo vislumbró un color rojizo que reinaba el inodoro: sangre. Y…
Dirijo mis ojos hasta Scarlett y percibo que está asustada.
…La cabaña fue quemada con ella dentro-continua  narrando- pero no había indicio alguno de quién la pudo haber prendido, por lo que quedó por un suceso paranormal. Se dice que por la noche, en una cabaña, se puede ver una luz flotando en la penumbra y es la chica que vaga por ella para buscar al culpable.
La historia se queda en el aire, nos llaman para cenar y ninguno dice palabra alguna. A mí personalmente no me dan miedo esas historias, pero si que causa cierto pavor. Cuando terminamos el último bocado, todos los alumnos acceden a sus respectivas cabañas. El ambiente en la mía está bastante cargado. A Scarlett se le puede advertir el miedo, Caroline intenta disimularlo, Jack no parece afectado y yo tampoco. Decidimos no dormir tan repentinamente y ver un poco la tele. Nos dormimos sin darnos cuenta.

En mi mente se empiezan a formar las mismas imágenes de siempre: “"Sangre, ruido, sombras...Sangre, ruido, sombras, un grito, silencio...", mis párpados cerrados se inundan de luz procedente de algo que no consigo definir. Abro los ojos, ya con el miedo dentro por el sueño, descubro en la tele la primera fase: un rostro monstruoso, con rasgos reales. Scarlett está a mi lado, despierta, con las mejillas muy pálidas y los ojos dilatados. Sacudo a Jack que se encuentra a mi izquierda, él se mueve y se irgue y mientras el rostro de la tele empieza a decir “vete, fuera de aquí”, Jack tampoco se lo cree, Caroline  está en el mismo estado que Scarlett y yo suelto el grito que los demás prosiguen. La tele vuelve a su canal inicial (el que nosotros habíamos puesto) y Jack se va directo al baño, yo entro en el otro para hallar la segunda fase. Y en efecto, el agua del inodoro posee un color carmesí. Jack afirma que el otro baño también tiene las mismas características. Corro hacia la ventana, que da a una cabaña sin nadie, y observo la luz que flota en el aire.

-Chicas.-las llamé con tono tranquilizador.-Es una broma de Christian.-al decir eso, se tranquilizan. Jack me mira y a continuación plasma una sonrisa interesada en escuchar mi hipótesis-No se han currado la broma mucho.-admito.-La tele tiene un video, si miráis dentro de él encontrareis una cinta programa para las 10:00.-Jack se acerca al video y saca la cinta ya nombrada.- El tanque del inodoro está atetado de tinta roja, que habrán dejado marca.-Caroline comprueba el tanque y asiente.- Y el culpable, Christian, está en la cabaña de al lado, con un cigarro encendido que toma forma de luz flotante.

Christian sale de la cabaña y se empieza a reír, a su lado está Tom con un frasco con restos de tinta.

-Broma de bienvenida, Scarlett- dice Christian entre risas.
-Los demás no somos nuevos. Ya hemos pasado por tu “broma de bienvenida” en su momento.-añade Caroline con ironía.

Todos volvemos a nuestra habitación y Jack me susurra antes de irme:

-Si vuelves a tener ese sueño, me despiertas.

Asiento. No tengo esa pesadilla, por lo que me alegro de no haber molestado a Jack.

A la mañana siguiente nos encontramos a Christian contándoles la “actuación” de ayer. Scarlett no ha hablado desde entonces. Intento animarla, pero…a mí eso no se me da bien. Desayunamos y salimos al exterior para dar la segunda clase de esquí (para mí la primera), Hicimos grupos de dos, y yo quise acompañar a Scarlett. Nos pasamos todo el día esquiando, aunque con un ambiente poco agradable, ella no hablaba y yo no suelo dialogar mucho. Cuando dan las siete y cuarto, decido volver a la cabaña, Scarlett prefiere quedarse en las frías montañas, intento convencerla de que regrese pero es inútil. En el salón central están la mayoría de los alumnos. Encuentro entre el gentío a Jack y a Caroline y paso el resto del día con ellos.
Scarlett no ha vuelto. Los profesores han salido a buscarla. Reina una ventisca muy fuerte y yo cada minuto estoy peor. No debería haberla dejado sola. Tengo un nudo en el estómago, me tiemblan las manos. Decido salir y buscarla. Jack y Caroline insisten en acompañarme, no me niego.
Empezamos a caminar, dejando nuestras pisadas reflejadas en la nieve, agarro el abrigo de Jack y les conduzco el lugar donde nos despedimos. Me alejo y empiezo a buscar a tientas. Nada, no la veo. Jack se dirige al lado opuesto y corro para alcanzarlo, pero alguien me agarra del brazo, pierdo el equilibrio y me desplomo sobre la nieve. Empiezo a ponerme de los nervios, mis manos empiezan a helar el suelo ya nevado. Por suerte no se nota. Giro mi cabeza y me encuentro con Scarlett.
-¿Por qué has hecho eso? He venido a buscarte. Y ahora estamos las dos pérdidas. ¿En qué pensabas?-elevo la voz hasta convertir mis palabras en gritos.
-No quiero volver. Quédate conmigo aquí.-susurra.

¿Qué demonios le pasa? ¿Delira? El suelo empieza a temblar y sé que se acerca una avalancha.

-Vamos Scarlett-me levanto y tiro de ella con todas mis fuerzas.- ¡Vamos!
- Nadie me hecha en falta. Ni siquiera ellos. Será mejor morir y así…
-¿¡Estás loca!? Yo he venido a buscarte, ¿eso no es suficiente? Y una mierda voy a dejar que mueras. ¿Estás así por la broma? ¿Y qué? A mi también me la hicieron. Empezar es difícil, pero no quieras rendirte tan pronto.-grito y veo la avalancha acechar contra nosotras. Utilizo mi cuerpo para proteger a Scarlett, cubriéndola de todo peligro y creo con el hielo de mis manos una especie de escudo. Espero a que pase toda la nieve y deshago el escudo de hielo. Mucho esfuerzo para mí. Me desmayo.

Cuando vuelvo a abrir los ojos, estoy en la cabaña. Con la mirada de Jack encima.

-Al fin despertaste.-musita.-Scarlett está bien. Os encontramos a las dos tiradas en la nieve y te trasladamos a ti y a ella a la cabaña.
-Menudo viaje…-me incorporo.- Es extraño.
-¿El qué?-pregunta desorientado.
-Dijo unas cosas muy raras allí fuera.-respondo recordando la situación.
-Pudo ser por la conmoción.

Esas palabras quedan afirmadas, después, por Scarlett. No recuerda haber dicho nada, solo que perdió el conocimiento. Christian le pide disculpas y los otros dos días transcurren sin ningún problema.

2 comentarios: