Es una imagen desagradable, el color escarlata tiñendo lentamente con totalidad los ojos de Scarlett. No puedo dejar de mirar como la sangre cae desde sus pestañas inferiores y se desliza por sus mejillas. Mi cuerpo experimenta una sacudida tan dolorosa que me deja inerte, advierto que los ojos de Scarlett han dejado de producir sangre y con la muñeca se limpia los restos que han caído en su rostro. Me miro de arriba abajo para comprobar si tengo alguna herida; no visualizo nada, palpo mi cuerpo para asegurarme y me quedo extrañada al no advertir ni siquiera un rasguño.
Jack se desploma sobre sus rodillas, el hombre aún lo tiene bajo vigilancia; aunque parece que no insiste como antes.
Scarlett da unos pasos hacia atrás, dispuesta a marcharse, con una sonrisa maliciosa en el rostro. Todavía en el suelo, aferro su mano para obligarla a dar una explicación; los rojizos se aproximan alerta.
-Scarlett-musito.
-Suéltame, chica asquerosa.-declara, deshaciéndose de mi mano.- ¿No lo entiendes? Te he engañado, traicionado, me he reído de ti todo este tiempo por ser tan estúpida… ¿y aún así intentas detenerme? Después de haberte atacado aquel día con una herida que pudo haberte matado, después de dibujar una hiedra roja y las palabras “no temas”, con mi propia sangre, en tu pupitre, después de haber usado mi habilidad contra ti… ¿crees que sigo siendo tú amiga?- suelta una carcajada- Ridículo. Suelta al chico y vámonos.-les dice a sus compañeros.
Se marchan en grupo hacia un coche blanco que hay aparcado a unos pocos metros.
-¿Por qué tu tatuaje es distinto?-grito con rabia acumulada.
Scarlett se da la vuelta.
-El tatuaje indica tu rango. Mientras más larga es, más importante eres.
Y con estas palabras se introduce en el auto. Jack se acerca exasperado, sus ojos están húmedos y, al tocarme, percibo el temblor de sus manos.
-¿Estás bien?
-Sí. Al parecer no muestro heridas exteriores.-me incorporo lentamente y me miro las manos.-No he podido hacer nada…para evitar todo esto. Ni me di cuenta de que Scarlett era Bloody-Eyes. Soy una inútil.
-Yo soy el inútil, te traje directamente a una trampa-sus hombros se tensan- Lo…siento. Si te llega a pasar algo…yo…
-Tranquilo. No es tu culpa. Los dos somos unos completos idiotas.-hago un intento de sonrisa. Jack me responde del mismo modo.
En ese momento un tornado se coloca entre nosotros y da unas vueltas vacilantes, se deshace dejando a dos chicos idénticos.
-¿Ha pasado algo aquí? Lo de Caroline era una falsa alarma, parece ser que sólo pasaron por casualidad-informa Claus.
Jack y yo nos miramos. Le explicamos lo sucedido a los gemelos y ellos muestran una expresión agonizante.
-Entonces… ¿qué se supone que deberíamos hacer ahora?-pregunta Scott.
-¿No es obvio? Te diré lo que no vamos a hacer; no vamos a quedarnos sentados mientras esa tía repugnante se regodea de sus ojos sangrientos. Vamos a luchar.
-Sí, Claus. ¿Nosotros y quién más?-su hermano cruza los brazos.
-Karen, Jack, Marina…-empieza a decir.
-Matt.-añado sin pensar.
-En total somos seis y los podemos traer a casa, así estarán seguros.-se palpa la escalofriante emoción que le pone Claus a cada una de las palabras.
-¿Qué le voy a decir a mí familia?-pregunta Jack.
-Diles que te vas.-anota Claus sin darle importancia.
-Nada. En vez de quedarte todo el tiempo en casa de Claus y Scott ven sólo después del instituto y vuelves antes de que anochezca.-digo.
Asiente. Marina se ve obligada a seguir el mismo horario que Jack. Los únicos que estaremos todo el tiempo en, lo que ahora será nuestro “refugio”, son los gemelos, Matt y yo. Todos accedieron a nuestra propuesta esa misma tarde.
Al día siguiente, mientras se lleva a cabo la “mudanza” me percato de algo y no tardo en pedirle a Scott que me ayude.
-¡No puedes pedirme eso!-exclama.
-Por favor, no puedo dejar a Cheshire solo. Además te he dicho que te acompañaré.-propongo.
-¿Sabes el riesgo que supone? Tú casa debe de estar vigilada por los rojizos. Nos podrían capturar.
-Te lo pido a ti porque eres más cuidadoso que Claus y sé que tendrás cuidado.
-Está bien, pero prefiero que no me acompañes. Si me cogen…prefiero estar solo. Además soy más lento cargando con alguien.
Mientras Scott está fuera…ocurre algo y es entonces cuando descubro cual es la habilidad de Scarlett. Desde que me atacó sabía que algo no iba bien pero intenté convencerme a mi misma de que no era nada. Ahora sé porqué Scarlett se fue de allí, segura de su habilidad, de que no iba a fallar.
-Karen, ¿estás preparada pata tú primera clase de “aprender a dar en el clavo por una vez en mi vida y matar a alguien de Hiedra Roja”?-pregunta sarcástico Claus.
-Sí.-respondo con pocas fuerzas, escondo mi mano izquierda en el bolsillo del pantalón y me aproximo a él.
Entramos en una de las habitaciones. Un objeto, tapado con una tela, es el principal elemento del cuarto. Todos esperan ver cómo son las clases de Claus. Con un ágil movimiento de mano, deja ver el artilugio que se muestra ante mí.
-¿Qué es eso?-preguntan Jack y Marina.
-¿Sabes esas colecciones de plástico del cuerpo humano?-asienten- Pues esta réplica del aparato circulatorio la obtuvimos en el orfanato y la guardamos por si la necesitábamos. Y hoy la vamos a utilizar.-me mira- Tienes que congelas sólo el corazón.
Alzo la mano derecha, pero no ocurre nada. Lo que me temía. Desciendo hasta quedar sentada en el suelo, Matt me sujeta y los demás no tardan en acercarse.
-¿Qué te pasa?-el tono preocupado de todos me agobia.- Aprieto la mano que tengo hundida en mi bolsillo, Jack se da cuenta.
-Enséñame la mano.-No realizo ningún movimiento- ¡Karen, ensénamela!-Jack acaba por asir mi mano; se quedan horrorizados al verla.
Me incorporo.
-La habilidad de Scarlett consiste en eso.
-No lo entiendo. Tu mano está congelada, ¿ella también posee esa habilidad?-dice Marina.
-No. Os lo explicaré. Si hubiera sido Matt el atacado; quién tiene la habilidad de originar miedos a otras personas…él sería el que se volvería loco porque los miedos sólo estarían en su cabeza-Matt palidece.-Si en su lugar hubiera sido Marina; cuyo poder es la creación de ilusiones mediante recuerdos…ella sería una ilusión que no podría ser vista. Si el ataque lo hubieran recibido los gemelos; productores de tornados transportadores…se extinguirían mezclados con el viento.-advierto que no lo comprenden del todo.-En otras palabras la habilidad de Scarlett es la Inversión de otras habilidades, para volverlas en tu contra.
-Eso quiere decir…-empieza Claus.
-Que mi habilidad me está matando. Congelando todo lo exterior, como mis manos; y todo lo interior hasta acabar con los pulmones, el corazón…-Jack abre mucho los ojos.-Por eso Scarlett se fue tan confiada, sabía que tarde o temprano aparecerían los efectos y acabarían con mi vida.-La mano derecha se cubre de una capa helada que llega hasta el hombro.-Ya queda menos.
-¡Mierda! ¡¿Qué podemos hacer ahora?!
-Dejarme morir.-Me miran.- ¿Qué? Aceptémoslo, no voy a salir de esta.
-Que manera tan patética de rendirse.
-¿Y qué pretendes que haga?-espeto con lágrimas en los ojos- ¿Debería llorar? ¿Debería gritar? Porque estoy deseando.
-Deberías buscar una solución.
-Claus, Karen. Basta.-interrumpe Matt.- ¿Qué podemos hacer?-pregunta al resto.
-Yo voy a ir a buscar a Scarlett-elucida Jack y se dispone a salir. Matt lo detiene.-Por favor, déjame.
-Jack, es peligroso.
-Para mí no lo es.-está cabizbajo, buscando la respuesta en la inmensidad de su mente. Aprieta los dientes.-Scarlett no puede hacerme nada más de lo que ha hecho ya. Soy inmune a sus ataques porque no tengo habilidad. Yo puedo salvarla.
-Muy bien. Pero ella no está sola, tiene rojizos cubriéndole las espaldas.-Matt le toca el hombro a Jack, al ver la desesperación en sus ojos-Yo iré contigo y me encargaré de aquellos a los que no puedas vencer.
-Los demás os quedareis con Karen.
Jack y Matt se han ido y yo me quedo con una impotencia que me oprime el pecho. Scott está en la cocina informándose de lo que ha ocurrido durante su ausencia. Por la ventana visualizo las nubes grises y no puedo soportar pensar que Matt y Jack van a una muerte segura mientras yo estoy en la cama mirando el cielo. Oigo unos pasos, ya vuelven todos para sentarse alrededor de mí, con rostros de terror y preocupación. No lo soporto. Antes de que puedan impedírmelo abro la ventana y me deslizo por ella. Corro todo lo deprisa que me permiten las piernas y mi malestar.
No tardo en alcanzarlos, estoy exhausta y el pulso me palpita en las sienes con un descontrol que me asusta. Respiro agitadamente.
-Karen, no deberías haber venido.-la voz de Jack se ha vuelto más seria.
-Os acompaño.-no están de acuerdo, pero me adelanto a cualquier comentario.-… no voy a dejar que lo arregléis esto solos y no me importa lo que me pase a mí, pero sí lo que os ocurra a vosotros por querer salvarme. Y no intentéis detenerme.
-Pero te quedarás atrás, y cuando nos encontremos con ellos…mantente alejada.
Ambos continúan su camino, esperando a que les siga. Pero antes de poder dar un paso, el mundo se cierra ante mis ojos. Grito.
-Tus…ojos…-reconozco la voz de Matt-están congelados.
-¿Qué?-sollozo
-Llévatela, Matt. Yo me encargo de esto.-escucho sus pasos…no puedo verlo.-Volveré con algo, Karen. Volveré para deshacer la Inversión de Scarlett y hasta que no lo consiga…no voy a darme por vencido.
Matt me coge en brazos. Su calor es tan agradable en comparación con mi cuerpo helado.
-Matt…-susurro.-Creo que…ya no volveré a verte.-se detiene en seco.-pero creo que está mejor así porque… yo no sirvo para esto. Creo que ya hace tiempo que pienso que, esa noche; en la que Hiedra Roja mató a mi familia…también deberían haber acabado conmigo.-gimo-Tengo miedo de no volver a verte, de no ver tus ojos, de no ver tu sonrisa y de no haberte dicho que…-las pocas fuerzas que tengo se ven reducidas a cero.
-Karen. Prométeme que no te irás de mi lado, que no me dejarás en la oscuridad cómo lo hizo mi hermano… ¡Confía en Jack, confía en que lo arreglará! Karen… ¡PROMETEMELO!
Es lo último que escucho antes de que la oscuridad me lleve al mundo de los que no despiertan…nunca.
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