lunes, 11 de julio de 2011

Capitulo 18: Decisiones que pueden cambiarlo todo.

Me incorporo con rapidez. La declaración de Matt me ha dejado sin palabras, ¿de verdad sentía eso por mí? O ¿sólo es una ironía de las suyas?
-¿Qué?-consigo decir. Matt permanece callado con un sentimiento afligido palpable.- Yo…yo quiero a Jack.
-¿De verdad?- pregunta con los ojos clavándose en los míos.- ¿Sólo porque te dijo unas palabras bonitas y te besó? Yo también puedo hacer eso, de hecho carezco únicamente del beso.
Noto una sacudida que recorre todo mi cuerpo. ¿Sólo por eso…estoy enamorada de Jack? No, no puede ser. Hay otras razones por lo que tengo ese sentimiento hacia él, pero antes de relatarle esos motivos me percato de algo:
-¿Cómo sabes eso?
-Jack no es el único que se preocupó ese día por ti.-admite- Yo también te estuve vigiando por si hacías otra imprudencia cómo la primera de “quitarte la vida”-desvío el rostro.- Sí, oí todo lo que dijo.
-Pero no es esa la única razón- intento decir- Jack me ha prestado su ayuda siempre que la he necesitado, además…
-Además te salvó de los chicos callejeros provocándose una herida en el hombro.-me interrumpe-¿A caso no hice algo parecido?, ¿no ahuyenté a los mismos chicos?, ¿no te salvé de una muerte segura cuando creías que esa la única solución? El mismo día en el que Jack se declaró.
-Para.-espeto.
-Porque sabes que tengo las mismas posibilidades que tiene Jack para estar contigo.
De repente un silencio abrumador nos inunda, el cielo anaranjado del atardecer se ha ido consumiendo hasta quedar en un manto oscuro dirigido por la luna.
-Te dejo que lo pienses.-concluye mientras se aleja.
-No necesito pensarlo.
-Sí, si lo necesitas-y con un leve movimiento de  mano, se despide.
Espero a que la noche engulla al ser que se separa de nuestras palabras para comenzar a emprender mí vuelta a casa. Todo este día me ha cogido desprevenida: los gemelos, Bloody-Eyes, la confesión en forma de poema y el desequilibrio sentimental que siento en este preciso momento. Me siento como si estuviera pérdida en mi propio interior. Desde siempre he entendido como han querido los demás que actuara: solitaria para no hacer daño a los demás y para mantener mi pasado oculto y así no perjudicar a mi tía. Y ahora, cuando tengo que decidir por mí misma… no tengo ni la menor idea de qué hacer.
Mi cuerpo experimenta una leve sacudida al ver a Jack, apoyado, en la puerta de mi casa. Tras unos minutos, advierto que no lo he avisado para decirle que salí antes del hospital. Su preocupación se palma al instante.
-Lo siento, Jack.
-Pudiste haberme avisado-dice.
-No pensé que llegaría tan tarde, han pasado muchas cosas por el camino.-no me doy cuenta de lo digo hasta que he acabado. Él me mira con curiosidad. Empiezo a relatar mi historia suprimiendo, claro está, la parte en la que aparece Matt. Jack escucha atentamente, pero no añade ningún comentario al respecto.
-Entonces… ¿vas a luchar?- pregunta al finalizar mi relato.
-No estoy segura. Hoy tengo que pensar muchas cosas, aclarar mis ideas.
-Te apoyaré decidas lo que decidas, ya lo sabes.- Ese comentario no me lo esperaba, él se da dado cuenta y se acerca lentamente.
-¿Y si decido mal?, ¿y si os pongo en peligro a todos por esta única decisión? Tengo miedo de lo que podría ocurrir si no es la elección correcta.-balbuceo.
-Karen, a lo largo de la vida vas a tener que elegir entre dos o más caminos que se te presentarán, aunque el recorrido de éstos son totalmente desconocidos. Esta no es ni será la primera ni la última decisión que tomes. Nadie puede deducir si las decisiones que eligen son, con exactitud, las correctas, pero cuando determines el camino que quieres, tienes que estar orgulloso de haberlo escogido porque si no es lo que esperabas, te pasarás la vida atormentándote por no aferrar la otra opción que se te proponía. Recuerda esto: la opción más correcta es a veces la más difícil.-nos quedamos varios minutos en silencio, lo que dice es cierto.- Miedo. ¿No recuerdas lo que te dije el día que nos conocimos?-Asiento- Aún tienes miedo de lo que no conoces, cuando comprendas lo que es para ti desconocido, entonces dirás si tienes miedo.
-Es fácil cuando no eres tú quién debe decidir.
-Yo también he tenido que tomar decisiones.-se queda callado.- La más difícil fue confesarte mis sentimientos, pero ahora estoy feliz de haberlo hecho.
Me acerco lentamente hasta alcanzar ese beso que tanto he anhelado, pero el sentimiento es algo distinto. Nos separamos y le pregunto:
-¿Crees que Bloody-Eyes vendrá a mi casa de nuevo?
-No, pienso que “ella” también te va a dejar que reflexiones sobre lo que vas a hacer. ¿Sabes ya de que va esa leyenda?-sacudo la cabeza- Deberías preguntarle a alguien, veamos, Matt no tiene ni idea de leyendas- el sonido de su nombre hace que me sonroje- Caroline, tampoco…Espera cuando fuimos a casa de Scarlett visualicé unos libros famosos de leyendas, a lo mejor te puede ayudar.
-Sí.
Jack se marcha a su casa y yo me apresuro a entrar a la mía y tumbarme sobre la cama. Por mi cabeza pasan millones de preguntas que no tienen respuesta, no consigo decidirme sobre nada. Al final me quedo dormida sin advertirlo.

Estoy delante de la casa de Scarlett, la peluquería no tiene ningún cliente por lo que el ambiente está muy solitario. Su madre me vuelve a señalar las escaleras, como la primera vez que la visité, y yo me limito a hacerle caso. Me encuentro a Scarlett en el sofá sirviendo un poco de té en unas tazas de porcelana con motivos negros, me hace un gesto para que la acompañe.
-Hacía mucho que no me visitabas, ¿a qué se debe?- sirve el té en la taza y me la entrega.
-Quería preguntarte algo, tú conoces algunas leyendas ¿verdad?- digo directamente.
-Bueno, sé algunas pero puedo consultar algún libro si hace falta- sonríe y se acerca el líquido, de su taza, a los labios.
-Es del siglo XVI, Bloody-Eyes.
-Creo que he oído algo sobre eso,- suelta la taza y se aproxima a la estantería más cercana, cuando encuentra el libro que buscaba vuelve a su posición inicial con el libro en su regazo, pasando las páginas con firmeza.- Aquí, dice: En un pueblo cubierto entre las sombras existía una chica de ojos rojos, cada noche se presentaba de forma invisible en las moradas de los ciudadanos y colocaba una herida en su pecho, poco profunda, para advertirle de él sería el siguiente en caer muerto. Sus ojos poseían cierta maldición, no era necesario nada más que su mirada para llevar a su victima bajo tierra. Cuenta que lo último que visualizaban los asesinados eran unos ojos rojos que manaban sangre de color carmesí. Por eso se le apodó con el nombre de Bloody-Eyes. Que historia tan desagradable-concluye.
-Bastante, Gracias Scarlett.
-¿Necesitas algo más?- Niego con la cabeza y cierra el libro.- A mi padre le encanta este tipo de cosas, por eso tiene tantos libros.-me mira- No soy tan buena como él, pero espero haberte servido de ayuda.
-Por supuesto.-agradezco no muy convencida.
-Pero… ¿para qué te hacía falta?-vuelve a sorber de la taza.
-Lo escuché hace unos días y tenía curiosidad.
-Entiendo, pero espero que no sea nada.-en su rostro se palpa la preocupación que tiene por mí. Estoy cansada de ver esa expresión en mis amigos.
-Tranquila, de verdad.

La leyenda es familiar a lo que me ocurrió a mí, dentro de poco podré ver esos ojos sangrientos antes de mi muerte. He tomado la decisión de luchar, aunque no sé muy bien cómo. Antes de pensar en cualquier estrategia, veo unos rostros que me resultan terriblemente familiares, cuando me acerco a dónde están los reconozco sin ningún esfuerzo y por mi cabeza pasa la posibilidad de que, definitivamente, me he vuelto loca: Son mis padres junto a mi hermano.
Comienzan a correr, no dudo en seguirlos. He visto a mi hermano en otra ocasión y ahora estoy ante toda mi familia. Puede que dentro de nada me despierte en mi habitación suspirando: Ha sido un sueño. Pero necesito ver a dónde me llevan. Recorro las numerosas calles de Madrid, mezclándome con la multitud, hasta que mi familia parece detenerse cerca de un callejón, al cruzar la esquina de desvanecen en forma de motas de polvo, detrás de lo que antes era mi familia, está Marina con una sonrisa en el rostro.
-Al fin nos encontramos, Karen.

6 comentarios:

  1. Ohh, que penita Matt, ademas es super mono*-*
    Elena me lo estas poniendo muy difícil, no puedo elegir entre Jack y Matt >.<
    Y Marina hacia mucho tiempo que no salia.
    Me ha encantado el capi, sube el próximo pronto:)
    Besos.

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  2. yo me sigo quedando con Matt *-*
    es tan mono aiins :P
    muy buen capi^^
    espero pronto el siguiente :D
    UnBesazo!!

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  3. Ola.. :)
    uh.. x fin subes jaja :$
    quee bonito... :$ joo pobrecita . con quien se quedara aish aish.. :$
    x cieroo no recuerdo quien era marina.. lo siento mi memoriaa pez me afecta.. :$
    jaja ueno esperoo el siguiente..
    por cierto no nos dejes mas con intrigaa jajaja
    unbesoo :)

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  4. ¡¡¡Hey!!! Hola Elena...^^

    Wou!!! Que final.
    Me encanta tu historia, esmuy buena...
    Espero tu siguiente capitulo...

    Saludos y buena vibra...^^

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  5. Hum... a quién elegirá Karen ??
    Yo me quedo con jack solo porque me gusta el nombre que si no no sé a quién elegir xDxDxD
    Un beso muy grande y perdón por la tardanza :)

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  6. La verdad es que Matt tiene razón, pero el amor es el amor, además no creo que Matt sea del tipo de hombre que le guste a Karen.
    Mmmm lo de la leyenda...ahora ya Karen como saber cuando se acerca su final... quien será aquella mujer ...Bloody Eyes??...
    Pobre Karen es una cosa tras otra... por que encontro en aquel lugar a Marina??.. Morire de curisidad XD
    Voy al próximo capítulo.

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