sábado, 19 de marzo de 2011

Capitulo 9: El secreto mejor guardado.

No me encuentro bien. El sol aún no ha salido, el cielo está cubierto por un manto gris. Escucho el sonido de la lluvia al eclosionar en el suelo. No consigo dormir, intento cerrar los ojos pero a mi mente llegan esas horribles imágenes: el cuerpo inmóvil de la chica muerta, sus desorbitados ojos azules…Alzo la mano y coloco la palma sobre mi frente, por el calor que desprende deduzco que mi malestar se ha transformado en fiebre. Ahora, vuelven las preguntas que desde ayer me han inquietado… ¿Habrá sido Matt el causante de lo sucedido ayer con esa niña? ¿O solo fue una coincidencia?
Recuerdo una frase que escuché una vez: “No existen las casualidades en este mundo, solo existe lo…inevitable.
Finalmente, mis párpados empiezan a rendirse ante el sueño, la oscuridad toma forma hasta que se pueden advertir imágenes. Antes de adentrarme del todo en lo que, seguramente, sea una pesadilla, escucho el leve sonido del cascabel de Cheshire.

Es de noche, sólo hay una luz que me sirve de guía, al parecer está detrás de mí porque refleja mi sobra hacia adelante. Me giro y descubro que la luz procede de la luna llena. Miro a mí alrededor, estoy en una calle bastante semejante a la mía, solo que esta está rodeada por unos tenebrosos árboles. Los pies me obligan a avanzar, y eso hago. Estoy así un buen rato hasta que distingo, en la penumbra, un cuerpo acostado en la calzada, me aproximo con curiosidad para averiguar el rostro de dicha persona. Es la chica de diez años, de sus ojos mana una sangre oscura que tapona sus pupilas, intento correr pero alguien me retiene, por el rabillo del ojo encuentro a Matt con una cristal afilado en su mano izquierda dispuesto a atacarme. Descubro que la chica que estaba antes en el suelo ha desaparecido y en su lugar hay otros miles en su mismo estado, entre ellos descubro a Scarlett, Caroline, Marina y…a Jack. Matt se acerca vacilante a su cuerpo y tantea sus ojos con el cristal, antes de poder impedirlo, lo clava directamente, aparto la mirada, las lágrimas han brotado automáticamente de mis ojos, no tengo tiempo para llorar porque ahora Matt va directo hacia a mí, me sujetan por detrás y me clava el cristal justamente en el corazón.

Grito, intento erguirme pero estoy inerte por la fiebre. Alcanzo el termómetro del cajón y lo introduzco en la boca, al cabo de unos minutos suena, lo miro: 39.0.
Mejor me quedo en la cama, tranquila. Acomodo la cabeza en la almohada, pero el ruido del timbre suena por toda la casa y hace que me levante para acudir a su llamada. Bajo las escaleras, mareada, temo no llegar a la puerta. Al abrirla me encuentro con Jack, que pasa al recibidor sin mi permiso.

-Oye Jack, no me encuentro…-intento decir.
-¿Qué ha pasado fuera? Hay bastantes policías.-me interrumpe.- ¿Qué me estabas diciendo?
-Que estoy enferma y respecto a los policías…es por…-de pronto recuerdo el sueño y la situación de ayer- es por la muerte de una niña…-concluyo.
-¿Una niña? Pero… ¿quién podría hacer algo así?
-No lo sé, pero yo tengo un principal sospechoso- admito furiosa, observo en su rostro asombro, decido continuar si me cree o no es cosa suya-Matt.
-Imposible… ¿Matt?, ¿Matt Walker?- asiento- No, no creo que un chico de diecisiete años vaya matando a niñas inocentes.

Le narro lo sucedido ayer, sin dejarme nada, cuando termino se queda exactamente igual, sin cambiar de opinión acerca de Matt.

-Bueno, dejando el tema aparte deberías descansar.-hace notar su preocupación.-Si quieres que haga algo…
-No, gracias puedes irte.-Jack se queda parado, mirándome con sus ojos azules, los cuales perdí en esa pesadilla. Ahora me asusta no volvérselos a ver…-Dale de comer al gato, si quieres-ordeno mientras subo las escaleras, aunque no lo esté mirando puedo percibir su sonrisa-Ahora estoy segura que lo de Annie fue una alucinación-concluyo.

Me meto en la cama, me siento peor por el esfuerzo de haberme levantado. Respiro simultáneamente y entrecortado. Jack sube con una sopa y un vaso de agua junto a unas pastillas para el refriado. Me las tomo y cuando estoy un poco mejor vacío la sopa. Me quedo dormida al despertar, la fiebre parece haber disminuido del todo. Agarro el libro de Sherlock Holmes del estante que hay a mi izquierda y comienzo a leer, oigo el cascabel de Cheshire que se acerca y se asienta, realizando un salto, en mi cama. Le acaricio el pelaje gris y él parece alegrarse de que esté mejor.

-¿Te ha molestado?-pregunta Jack desde la puerta, niego con la cabeza.-Le dije que se quedara abajo, pero no he podido retenerlo por más tiempo.
-Tranquilo, estoy mejor.-sonrío.
-Ten, ponte el termómetro.-me lo entrega y me lo coloco en la boca.-Dejáme ver.-lo recoge y al verlo se queda muy pálido, me mira, vuelve a mirar el termómetro, me mira de nuevo.- Tu termómetro está…roto.
-¿Qué? No, no puede ser. Déjame ver.- Cuando miro sus cifras me doy cuenta de por qué se ha puesto lívido, marca 34,6. Mierda, ¿cómo he podido ser tan descuidada? Mi temperatura normal es menor que la de los demás ¿y ahora qué? Si le digo que está estropeado me tocará y advertirá mis bajos grados, si por otra parte le suelto que no l está…no sé lo que podría pensar.-Ehh…no sé lo que le pasa.- Genial Karen, que bien te planteas las respuestas.

Acto seguido, y como me esperaba, posa su mano en mi frente. Ahora sí que se le nota que algo no marcha bien.

-Karen…estás fría.-dice.

¿Qué puedo hacer?, ¿qué puedo hacer?

-Te voy a llevar al hospital, no, mejor llamo a un médico para que venga.-se dispone a hacerlo pero me apresuro a retenerle.-Karen, vuelve a la cama o te pondrás aún peor.
-No lo llames, por favor.-le suplico.-por favor.-si lo llama…ya no habrá nada que hacer.
-¿Pero qué te pasa? Solo quiero que te mejores.-intenta soltarse de mis manos sin éxito.
-Estoy bien, Jack. No necesito un médico.-insisto.
-¡¿Qué estás bien con 34 grados de temperatura?!-grita con desesperación.
-Jack…-susurro y me desplomo de rodillas, me rindo.-Mi temperatura normal es de 33 grados…
-Estás empeorando, ahora deliras…-se coloca delante de mí.-Voy a telefonear a…
-¡Joder que es verdad, no estoy delirando!-me estoy mareando de nuevo, muevo las manos y estas reaccionan, ante mi actitud nerviosa, helando el armario que hay cerca de nuestra. Jack se queda perplejo y su palidez empeora, la mía también lo hace…
-Menudo truco… ¿querías asustarme verdad?, ¿cómo lo has hecho?-dice intentando buscar una respuesta más coherente que la que propone él.
- Jack, te dije que no era normal, tengo esta habilidad…puedo provocar una congelación instantánea a cualquier objeto inmóvil o vivo. Mi temperatura normal es 33 debido a este hecho…no espero que lo comprendas pero…
-No, no puedo comprenderlo, es verdad…me marcho.-se levanta y cumple lo que dice.

No…no…no por favor. Unas finas lágrimas descienden por mis mejillas. No quiero que se aleje…de mi vida. Sin pensarlo dos veces corro hasta las escaleras, el mareo, al levantarme tan repentinamente del suelo, aumenta, pero no me importa…ahora mi mayor prioridad es no dejar marchar al único chico que ha querido entrar en mi vida, y al que le he dejado entrar…
Estoy en las escaleras, Jack abre la puerta y lo único que hago es gritar su nombre, entre sollozos, intento bajar otro peldaño pero me desmayo, espero el gran golpe…y espero no volver a despertarme nunca más. Pero el golpe no llega, abro débilmente los ojos, me sorprendo al verme en los brazos de Jack que me transportan a mi cama. Cuando me suelta, le doy la espalda y empiezo a sollozar…no puedo creer que le haya contado a alguien, después de tantos años, mi habilidad.

-No llores.-me coge de la mano.- Lo siento.
-¿Por qué?, ¿por qué me has salvado?, ¿por qué no te has marchado?-pregunto gimiendo.
-Supongo que…porque me importas demasiado.-eso hace que sonría levemente.
-¿Sabes por qué te dije que lo de mis padres fue culpa mía?-no responde y yo decido sacarlo todo.-Lo fue, mis habilidades se dieron a conocer cuando tenía cinco años, un año después nos visitaron dos hombres, querían hacer un “negocio”: ellos se quedaban conmigo y me quitarían esa habilidad, después volvería a casa como una chica normal. Mis padres se negaron. Al cabo de unos meses dichos hombre volvieron con la misma propuesta, convenciéndoles de que sería mejor para ellos y para mí, pero obtuvieron la misma respuesta. Pasaron los años y pensamos que se habrían rendido, pero no fue así. Cuatro años después volvieron, el que dio la voz de alarma fue mi hermano Elliot, tuvo un presentimiento, nos contó que había visto a estos hombres hace unos días cerca de casa. Mi hermano me escondió junto a Cheshire en una caja fuerte que estaba diseñada por él, compró una y le hizo algunos arreglos cuando visualizó a esos hombres. Sólo recuerdo de dicha caja que se cerraba con llave desde dentro, que dicha llave me la entregó Elliot por la ranura que tenía…Pude oír como mi madre gritaba, el sonido de la sangre al caer, y el ruido de sus pisadas al acabar con todo lo que encontraban, después fue mi padre y por último, con mis propios ojos vi como mataban a mi hermano…Sangre…, ruidos…,y sus sombras reflejadas en el suelo y por último un grito desgarrador que indicaba su muerte, me buscaron por toda la casa, y me encontraron en esa caja, pero al no poder abrirla quemaron la casa, pero mi escondite era resistente, por la ranura entraba el humo, en un último intento aferré la llave y abrí la caja, recuerdo haber visto un ojos grises como el metal. Los bomberos me encontraron y me enviaron con mi tía Sofie…-respiro profundamente.- Ella no era tan comprensiva como mis padres, y no pudo aceptar mis habilidades y menos por ser la causa de muerte de su hermana. Me encerraba en su desván, me entregaba latas de conservas para comer y cenar. Así estuve dos años, ella no quería saber nada más de mí. Decidió enviarme al colegio, con un nombre falso: Marie Scanfor Kley, y fingía ser la hija de su amiga fallecida. Hasta los catorce años, me envió a Asturias, prometiendo que no volvería a su casa, y que negara que fuera familia suya, me prometió que todos los meses me añadiría dinero a mi cuenta. Cambie de lugar de residencia porque…me pareció verles.
-¿A esos hombres?-cuestiona Jack.
-Sí, son discretos, van vestidos con elegancia, mayormente utilizan el color blanco y en la parte inferior de las muñecas llevan tatuado una hiedra roja.

De repente, me abraza y susurra: “Ha tenido que ser…horrible.”
Puede parecer irónico, pero me siento mejor. Llevo todo este tiempo guardando toda esta historia, y nunca imaginé que al contarla me quedaría tan…aliviada. Respondo al abrazo de Jack, agradeciéndole su atención a mi historia sin salir corriendo, mientras  pienso:

                                               “Ad astra per aspera”

"Hacia los astros a través de lo áspero", es decir, que se puede llegar a lo bueno a través de lo desagradable.

7 comentarios:

  1. Lo primero: "Perdón por la tardanza".
    Y Segundo: Quería deciros que gracias, a todos los que me siguen que ya soís 20 >.<, también a los que leen y no comentan, comentan y no siguen, los que leen y comentan y siguen y a los que lo leen, no siguen ni comentan XD (no me olvido de nadie ¿no?)
    Os lo agradezco de verdad, es muy bonito entrar y ver 2,4,6,8 o 10 comentarios y leerlos con emoción por ver lo que habeís escrito. Seguiré comentando en vuestros blog, tengo muchos por lo que a veces me retraso un poquito, pero vereís mi comentario :D
    Se os quiere. Besos, Elenna.
    ¡Espero que os guste el capítulo!:D

    ResponderEliminar
  2. Ohh!! Que boniito el comentario! jeje
    Valla sueñeciito ehh
    ¡Ah! y una cosita más.....no me dejes con intriga!! xDxD Enhorabuena por todos tus seguidores y que sepas que muchísimas gracias por avisarme siempre y que aquí tienes una seguidora fiel !! jeje
    Te enviaré un mensaje o algo cuando cuelgue el capítulo !! :)
    Muy buen capítulo !! jeje
    besoos !!!!

    ResponderEliminar
  3. ya he colgado el capítulo guapa!!!
    Disfrútalo!!
    Besosss !! :)

    ResponderEliminar
  4. Ohh que bonitoo♥
    Me ha encantado el capi y Jack...(baba) mas mono que nunca*-*
    Muy buen capi Helen!

    ResponderEliminar
  5. Elenna me encanta capitulo tras capitulo, es tanto lo que me gusta que anoche me quede hasta tarde leyendole a mi novio y tambien le encantó!.
    Pobrecita Karen, las cosas horribles que tuvo que pasar, que bueno que Jack está siempre a su lado desde que lo conoció, ojala que no se aleje porque presiento que esta confesión es el principio de un largo y doloroso camino.
    Un besote Elenna, amo como escribes y espero atenta el próximo capitulo.

    ResponderEliminar
  6. Nena cada vez te superas más a tí misma, ese oscuro pasado y tan triste ains me entran ganas de llorar

    ResponderEliminar
  7. :O me encantó el capitulo. y k triste pasado que tiene Karen... :$
    la frase esa del principio, yo tambien la he escuchado y me encanta *-* Holic!! :D
    bueno, apenas he empezado a leer tu historia hoy y estoy enganchada. esta genial.
    espero impaciente tu proximo capitulo bss

    ResponderEliminar