domingo, 6 de marzo de 2011

Capitulo 8: En estos momentos tú ¿en qué piensas?

Después de la noche anterior, estoy más animada, Jack me dejó dormir en su casa, en una habitación situada al lado de la suya, no estaba decorada, apenas tenía nada sólo una cama y una mesita, supongo que sería la habitación que utilizan para las visitas. Recuerdo el cielo iluminado por las estrellas que relucían en su oscuridad, las observé por la ventana que se encontraba a mi derecha. Por la mañana la luz penetró por su fino cristal y se dejó caer en mi rostro, despertándome de esta forma. Bajé las escaleras, pisando el último peldaño me dirigí a la cocina de la cual brotaba un dulce olor, me acomodé en una silla que rodeaba la mesa, vestida de un mantel gris donde se hallaba el desayuno: tortitas. Nunca antes las había probado. Me extrañó mucho que su madre no estuviera en la estancia, hasta que visualicé una nota, pegada al frigorífico con un vistoso imán, que explicaba ese hecho:

                                  “He salido a comprar, volveré pronto”
                                    Mamá.

Me sentí extraña al leer “mamá”, entonces fue cuando me di cuenta, ¿Qué hacía yo allí, tomando el desayuno y durmiendo en otra cama que no fuera la mía? Bajé la cabeza, quise irme pero en ese instante llegó Annie, con su pijama de flores y su mirada cansada se acercó a la mesa para acompañarme. Ya no podía marcharme de incógnito, así que decidí hacerle el favor, a mi olfato y a mi gusto, de empezar las tortitas. Mientras comíamos Annie se queda mirándome con sus iluminados ojos verdes. Entonces saca las palabras que estuvo guardándose con ilusión desde ayer:

-¿Es verdad que tienes un gato?-sonrió tímidamente.
-Sí, se llama Cheshire ¿por qué?-pregunté, aunque sabía la respuesta.
-Me gustan los animales, pero mis padres no quieren.-admite con tristeza.
-Puedes venir a verlo cuando quieras.-le digo alegremente.

Jack bajó unos minutos después, Annie y yo seguíamos hablando en el salón. Cuando terminó de desayunar, se vistió, se peinó, llamamos al cerrajero y me acompañó a casa con Annie, para enseñarle el gato. Se quedaron una hora y regresaron.

Estoy delante de la chimenea, con Cheshire en mi regazo y acariciando con la yema de los dedos la “K” del colgante que inicia mi nombre. El ruido del teléfono hace que me sobresalte. Dejo a Cheshire y me acerco a contestarlo, coloco el auricular en mí oreja y habla una voz conocida:

-Karen, hoy vamos a ir a un pub cercano, ¿te vienes?-es Caroline.- Di que sí, a Jack le he convencido si tu vienes, porque él tampoco es de ir a esos sitios.
-Bueno, supongo que no puedo negarme.-respondo, de todas formas tenía que darle el regalo de Navidad.
-Estupendo, a las ocho en el pub Cereza. Adiós.

Cuelga. Miro el reloj, las siete menos cuarto. Debería empezar a prepararme. Comienzo por una ducha, coloco el CD “The pretty reckless” en el compartimento correspondiente de la radio y lo escucho mientras el agua caliente cae sobre mi cuerpo. Al terminar, subo los peldaños de la escalera hasta llegar al piso de arriba, entro en mi habitación y abro el armario, analizo lo que hay en su interior y me decido por algo informal: un jersey rosa y unos vaqueros, me calzo mis converses del mismo tono del jersey, para finalizar me coloco una diadema. Me acerco al recibidor y agarro el abrigo y la bufanda que cuelgan de él.
Jack no tarda en tocar el timbre, introduzco las últimas cosas que necesito en los bolsillos y nos encaminamos hacia el pub.

-Oye…la cámara te costó mucho ¿verdad?-empieza a decir Jack- Es una Réflex.
-No te preocupes.-aclaro indiferente, sé porqué lo dice, ahora que sabe…bueno…lo de mis padres, se preguntará de donde saco el dinero, prefiero no contárselo, al menos por ahora.

El ambiente cercano al pub está muy cargado, hay una larga fila de personas esperando para entrar. Nos aproximamos a seguir con la fila, delante de mí hay una chica que se ha teñido el pelo de cinco colores distintos, me parece moderno, pero demasiado llamativo. Vamos avanzando hasta que por fin nos dejan pasar, empujo la puerta y lo que visualizo no es muy diferente de lo que siempre he odiado de estos locales: un gentío bailando descoordinadamente al ritmo de la música, la cual está a un volumen estruendoso, parejas (o eso quiero creer) besándose en cualquier rincón oscuro. Me dispongo a regresar a la puerta cuando de pronto vislumbro una cara familiar entre la multitud.  Entono los ojos y no puedo creer lo que estoy viendo: una niña de cabellos rubios y ojos verdes, con el pijama de flores que llevaba esta mañana.

-Jack, Jack- agarro su brazo y lo agito con suavidad.- ¿Me puedes decir porqué está tú hermana aquí?
Él parece sorprenderse, busca con la mirada pero no parece verla.
-Karen, mi hermana no está aquí, te habrás confundido.- manifiesta.-Ven, vamos a buscar a Caroline.
-Joder Jack, ¿cómo me voy a confundir si la tengo prácticamente delante?-señalo con la mano la presencia de la niña.
-Karen.-se detiene unos instantes.- Ahí no hay nadie. Es mejor que volvamos, puede que te encuentres mal.
-Muy bien, te la traeré y la verás, así no me tratarás como una loca.-me alejo de él y me abro camino por los adolescentes, las luces me están mareando, pero no me importa. Busco a la niña y cuando consigo verla, Annie levanta la mano y la agita para que la siga allá donde vaya, y eso hago pero cuando estoy a punto de alcanzarla, se pierde entre gente. Paro en seco.- ¿Dónde está?-paseo la mirada por ambos lado pero no doy con ella. Tres chicas, una de ellas pelirroja salen del baño situado a mi derecha.

-¡Karen!-Caroline se acerca y me abraza a modo de saludo.

Las otras dos son Marina y Scarlett. Jack se acerca por detrás y posa su mano en mi hombro, preocupado.

-¿Estás bien?-pregunta.
-Sí, tenías razón, me lo había imaginado.-sonrío para dejarlo tranquilo, pero aún así estoy segura de haber visto a su hermana.

Nos pasamos dos horas en ese asqueroso antro, en una mesa donde Caroline nos pide unas bebidas sin alcohol, menos ella claro. Al salir pagamos nuestros respectivos suministros y salimos, por fin del pub. En ese tiempo he descubierto más cosas sobre Marina, por ejemplo que le gusta el francés, (cosa que yo detesto) y tocar el piano.
Antes de marchen le entrego a Caroline y a Scarlett mi regalo, ellas lo aceptan con entusiasmo y me lo agradecen, después se alejan por la calle central.

-Te juro que no vuelvo a ese sitio.-aclaro con repulsión.
-Yo estaba pensando en lo mismo.-ríe Jack.

Llego a casa muy cansada, con la música retumbando, todavía, en mis oídos. Suelto mis prendas de abrigo y antes de poder hacer algo más, llaman a la puerta, la abro esperando al chico de cabellos dorados al que se le haya olvidado algo, pero no es él.
Alguien me empuja y cierra la puerta simultáneamente, se apoya en ella y me mira.

-¡¿Pero que mierda haces Matt?!-estallo indignada, recuperando el equilibrio.
-Shh…-me replica- Deja que me oculte aquí un rato.-se levanta y mira disimuladamente por  la ventana.
-¿Qué pasa? ¿Tu madre no te regaló el skateboard y te has ido de casa?-hago notar mi sarcasmo
-Calla.-me exige aun con la mirada fija al exterior.
-¿Te cuelas en mi casa y encima me reclamas? Lo que me faltaba.-no puedo creerlo- Vete.
-De acuerdo, de todas formas gracias.-se aparta de la ventana y se dirige a la puerta.
-Espera, ¿no me vas a contar lo que ha pasado?-pregunto.
-Son cosas mías, no te conciernen.
-Una cosa más, ¿cómo sabías donde vivía?-cruzo los brazos.
-No lo sabía, adiós.

Y se va, entonces… ¿se habría ocultado en cualquier casa? Hoy está siendo un día muy extraño, entre la imaginaria Annie y esto…
Decido no pensar en Matt. Preparo la cena y me coloco en una silla y cuando voy a empezar se escucha un grito desgarrador que procede de la calle. Rápidamente me levanto y salgo de casa, la imagen que veo no es agradable.

Un cuerpo está tumbado en la calzada, sin vida. Con las pupilas dilatadas y las manos situadas en la cabeza, donde tiene una herida, que seguramente sea la causa de la muerte. Al acercarme más descubro que el cuerpo es de una chica de diez u once años. Los vecinos las rodean, apartan la mirada con tristeza.

En estos momentos tú ¿en que piensas?
Lo diré: Matt y el recuerdo de su rostro sombrío al decir “Son cosas mías, no te conciernen”

10 comentarios:

  1. No la he podido leer entera, pero iré haciéndolo poco a poco, porque tiene buena pinta :)
    Además, que Jack tenga la imagen de Alex Pettyfer arregla las cosas jajajaja
    Y además suelen caerme bien los tíos que se llaman Jack (véase Memorias de Idhún).
    Besos!!!!

    ResponderEliminar
  2. Me encanta! Pero lo que más me gusta es el final que acaba con intriga =)

    ResponderEliminar
  3. Pues a mí no me ha gustado el final Mari... NO NOS DEJES CON INTRIGA!! jeje QUE LUEGO ME COMO LA CABEZA DE LO QUE VA A PASAR !! xDxD
    buen capítulo guapa!! =)

    ResponderEliminar
  4. Me encanta♥
    Vuelvo a repetir que Jack es super monoso*-*
    Muy buen capitulo;D

    ResponderEliminar
  5. esta muy mal dejar a una con la intriga 0.O

    ResponderEliminar
  6. me encantaa :)
    te sigoo
    un besiito guapa :D

    ResponderEliminar
  7. Elenna cuanta intrigaaa... morire hasta el próximo capítulo jejeje.
    Muchas gracias por tus comentario en mi blog!. Muchos besitos y cariños para ti.

    ResponderEliminar
  8. Perdona por no haber comentado antes..
    Me encanta Jack!!!

    ainsss me has dejado con intrigilla!

    Buen capitulo maja!!

    ResponderEliminar
  9. Holaa! mil gracias por seguir, me alegro de que te guste :D te sigo yo también, no tengo tiempo ahora de leer tu blog, pero te prometo que en cuanto tenga un ratito me paso otra vez y te vuelvo a comentar! :) un besazoo!

    ResponderEliminar
  10. He leído esta entrada y está genial :)
    Muchas gracias por pasarte por mi blog. Te sigo!

    ResponderEliminar