viernes, 29 de abril de 2011

Algunos Premios.

Hola, esta semana me han otorgado cuatro monosos premios. La verdad es que nunca pensé en que me nominaran para tantos (sí. tres para mí son muchos)



El primero me lo ha otorgado: Nami Muchas gracias :)
Tengo que decir 3 cosas sobre mí , 3 cosas que me gusten y otras 3 que no. Luego se lo paso a 5 personas.

3 cosas sobre mí :
·La primera: Soy una amante del anime :$
·La segunda: En muchas ocasiones soy bastante pesimista
·La tercera: Adoro el color naranja y el violeta.

3 cosas que me gustan:
-La lluvia, su sonido al caer sobre el suelo.
-Dibujar, escribir y leer.
-Los pequeños detalles que me hacen feliz.
3 cosas que no me gustan:
-El Francés -.-"
-Mi timidez extrema.
-Las bromas (sobre todo si son para reirse a mi costa)

Nomino a:  
Divinum Eximia por: http://prophetiaorbis.blogspot.com/
Clary Claire por: http://escueladecombatenovela.blogspot.com/
Luany por: http://diariokawaii.blogspot.com/
A Fer por: http://diasi-diano.blogspot.com/
A Bekii por: http://serunomismosiempre.blogspot.com/ 

El segundo Premio:
Este lindo premio me lo otorgó Fer, muchas gracias :)
Nomino a 
A andreah por: http://elcolmillodelvampiro.blogspot.com/ 
A laura por http://lalagrimadeangel.blogspot.com/
A Almu por: http://estoyesperandote.blogspot.com/
A Hoshi por: http://ikust.blogspot.com/
A Mari por: http://prettyphrases.blogspot.com/


 El tercer premio:

 Otorgado de nuevo por Nami. (De nuevo muchas gracias)
 Nomino a:
A Shiraasan por: http://eljuegodelasrosas.blogspot.com/
A Pinka por http://pinkangelkawaii.blogspot.com/
A Yarah por http://agolpesdevidamlpt.blogspot.com/ 


Y el cuarto premio:

 Este ultimo premio me lo otorgó Divinum Eximia (muchas gracias) :)
Consiste en nominar a las 3 últimas personas que comentaron en la anterior entrada.
Así que nomino a:
Miriam

Muchas gracias a todos por estos premios. 

Besos, Elenna

viernes, 22 de abril de 2011

Capitulo 12: Lejos de todo lo que pueda pensar

Tanteo mi labio superior con la punta de los dedos. Cierro los ojos, una sensación de tranquilidad se extiende en mi interior, recuerdo ese beso, suave como una sábana recién lavada, dulce como un pequeño trozo de chocolate…Nunca había sentido nada parecido, aún así mi mente experimenta un rechazo, una contradicción. No quiere que vuelva a cometer esa imprudencia, prefiere que permanezca en el caparazón en el cual siempre he vivido, hasta ahora siempre hacía caso a lo que manifestaba mi mente…Pero ya no, no voy a renunciar a lo mejor que me ha sucedido desde hace años. Introduzco mis pies en las zapatillas viejas de color azul, estiro los brazos y acto seguido me levanto de la cama, la cual presenta arrugas por haber permanecido en ella durante la noche. Me apresuro a bajar y desayunar, con la compañía de Cheshire. Me visto el uniforme escolar, al mirarme en el espejo veo mi estado desastroso: el pelo enredado, el rostro pálido…Cojo lo necesario para intentar mejorarlo, cuando me parece que presento un mejor aspecto, me inclino para aferrar el maletín del instituto, antes de poder rozarlo si quiera, el timbre suena más tarde de lo normal, Jack se ha retrasado. Pongo la palma de mi mano sobre el picaporte de la entrada… ¿Cómo tendría que mostrarme ahora? Sin pensarlo más, abro la puerta, espero su mirada resplandeciente, pero me encuentro con un rostro sombrío con un intento nulo de felicidad.
-¿Qué te ocurre, Jack?-él sonríe más alegremente.
-Nada, ¿por qué?-Me sujeta la mano y me acompaña hasta la puerta, pero yo me deshago de esta, cierro la puerta, lo sujeto por los hombros y lo empujo contra la pared, ¿Qué haces, Karen?
-No me mientas.-digo, pero él no muestra signos de debilidad.
-No lo hago, es solo que estoy cansado. No hace falta que te pongas así.-se retira saliendo al exterior.
Lo acompaño, sé perfectamente que me ha mentido. No entiendo los pensamientos que deben pasar ahora mismo por su cabeza, pero son íntimos, de los que no cuentas a nadie ni si quiera a la persona que hace dieciocho horas le confesó su amor. Es deprimente no servir ni para animar a las personas que te importan. Cuando entramos a clase los demás se acercan corriendo hacia nosotros, más bien a mí y empiezan a levantarme la manga del abrigo y la camisa, no paran hasta encontrar lo que buscan…una cicatriz.
-Entonces…es verdad ¿Por qué te has intentado suicidar?- oigo decir a una chica.
-Es una de esas personas que les da morbo cortarse.-dice otro.
Me quedo clavada en el suelo, con la mirada pérdida ¿Cómo saben eso? Acto seguido miro a Jack que está tan perplejo como yo…Si no ha sido Jack, entonces lo ha divulgado la otra persona que estuvo conmigo ayer, Matt. Ya no estoy inerte, quiero ir a su clase y exigir una explicación. El profesor entra en el aula. Decido esperar al descanso. Tomo mi asiento y me percato de que Caroline hoy no está, lo cual el transcurso de las horas se hace aún peor. Antes de empezar la clase de Biología, Charlotte (la chica que se “interesó por mí” en el viaje a la nieve) ocupa el pupitre de de Caroline.
-Karen, ¿por qué has tomado esa decisión? Es muy estúpido hacer tal cosa para atraer la atención de los demás-dice y mis tímpanos parecen estrecharse cuando dice “atraer la atención”, si eso es lo que intento evitar.-Yo soy el centro de atención.-me mira con una sonrisa burlona-, venga Karen, habla. Quiero saber la razón de tu intento fallido de suicidio. O… ¿ha sido para atraer a Jack?
-Basta, no ha sido por nada de eso y a ti, especialmente, no te importa.-estallo. Estoy furiosa, quiero propinarle una bofetada para hacerla callar.
-No lo intentes, él no está interesado en ti. Un día a lo mejor muestra algo de cariño y al otro es como si ese afecto se borrara. -sonríe de nuevo.
Giro bruscamente el rostro hasta acabar mirando la ventana, mis puños están fuertemente cerrados y escucho el sonido que hace el hielo al cubrir con su capa un objeto sólido. No…, no. Miro a mi alrededor, todo lo que hay en la clase está igual, sin hielo ¿qué ha sido lo que he congelado? El profesor sigue escribiendo el la pizarra, cuando alguien entra en la estancia: Matt. Se acerca al profesor y este responde:
-Está encima de la mesa, cuando salgas cierra la puerta.-Matt se aproxima al lugar indicado, agarra unos papeles y me mira, yo evito sus ojos verdes. Noto su sonrisa fija en mi rostro. Acto seguido sale del lugar.
Jack se ha pasado el resto de la hora con la cabeza inclinada sobre el libro, ni siquiera me ha dedicado una de esas deslumbrantes sonrisas, por el contrario Charlotte no ha parado de mirarme. Antes del descanso para comer, el profesor me llama para enviarme a por fotocopias. Me levanto, alejándome un rato de Charlotte. Mientras bajo las escaleras pienso en el sonido del hielo… ¿Qué ha pasado? ¿No he congelado nada? O ¿a sido algo situado en el exterior?, pero su sonido era tan cercano…
Pido las fotocopias y al terminar vuelvo a clase, pero en el pasillo, un poco más lejos de mi clase, se encuentra Matt apoyado en el alféizar de la ventana. Me acerco lentamente, acabo detrás de él, al percibir mi presencia se gira para mirarme.
-¿Qué haces aquí?-pregunto, frunzo el ceño.
-Me encontraba mal.-ve que no me conformo con eso- La cabeza, es lo que me duele.
-Dime… ¿por qué lo has divulgado por el instituto?, ¿por qué?- repito, él vuelve a mirar por la ventana, el aire azota sus cabellos.
-Yo no fui, te has equivocado de persona. Charlotte es a la que buscas.-concluye. Me da la sensación de que ya lo sabía.
-¿Cómo? Si Charlotte no estuvo allí.-hago notar mi voz nerviosa.
-Seguramente salió antes como yo de las clases, bueno, se las saltó. Me siguió y eso le llevó a tu casa. Sabiendo como es ella, miró por la ventana para buscar algo interesante que contar al día siguiente. Lo encontró.
Antes de que pueda responder a esa hipótesis sobre Charlotte, una chica de mi clase sale del aula. Tiene un rostro pálido, de sus ojos brotan lágrimas y está temblando, mi profesor la acompaña, intentando calmarla. La chica mira hacia Matt, abre los ojos y empieza a gritar. Esto hace que los profesores y sus alumnos salgan de distintas clases. Sacudo a Matt por el hombro.
-¿Qué le has hecho a esa chica?-no responde, se coloca las manos en su cabeza.-Matt, responde.
-Déjame.-es lo único que consigo sacarle.
Y vuelve al interior de su clase. Creí que podría confiar en él, pero no puedo. Vuelvo a tener dudas sobre su actitud de aquella noche en la que se presentó en mi casa y horas después murió una chica. Sigo su ejemplo, me vuelvo a sentar en esa silla, después de entregar las fotocopias. Todos a mí alrededor comentan la actitud de nuestra compañera. Al parecer empezó a llorar descontroladamente, no respondía a las preguntas que le hacían y decidieron salir al patio pero antes de eso se encontró con Matt y eso provocó un grito. Jack sigue en su pupitre, no entiendo por que está así. De pronto mi mente recoge las palabras de Charlotte: “Un día a lo mejor muestra algo de cariño y al otro es como si ese afecto se borrara.” Intento buscar otra razón que defina su estado… ¿ya no soy nada para él?
En ese momento Jack se gira, otra vez mostrando esa falsa alegría, habla con detenimiento:
-Hoy no puedo acompañarte a casa, tengo que hacer varias cosas.
-Puedo acompañart…-intento decir.
-¡No!-grita, después parece darse cuenta de lo elevada que estaba su voz.-Perdón, pero prefiero ir solo. Necesito comprar comida, medicamentos y varias cosas más.
Se gira de nuevo. Estoy perpleja por su actitud… nunca lo imaginé de esa manera. Toco mis labios de nuevo y mi mano baja hasta tantear el colgante que me regaló por navidad.  Lejos de todo lo que pueda pensar, hay un pensamiento que toma la iniciativa “Fui una idiota por creer en el amor, he sido una idiota por pensar que tenía un lugar en el corazón de Jack…es tan deprimente todo esto.” Me permito ser la que siempre he sido, insocial, introvertida, enfadada con el mundo… “la próxima vez no vayas contando tu secreto ha todos los chicos que muestren un falso interés por ti” Ese razonamiento que ha manifestado mi cerebro…me asusta, mayormente porque tiene razón.
Al acabar las horas en el instituto, Jack cumple lo que dice y se marcha sin vacilación. En el camino me paro en varias tiendas, luego compro comida en el supermercado y por último entro a la farmacia… Cuando salgo de este último lugar, me doy cuenta de que estoy buscando a Jack, sin éxito. Las calles están inundadas por sombras cuando decreto volver a casa. “Corre” me ordeno a mi misma. Tengo miedo, miedo de encontrarme con un joven con una hiedra dibujada en el brazo. Mis pies se mueven con rapidez, a la luz incierta y cortante logro distinguir varias figuras, mi cuerpo se para en seco. Las siluetas se acercan hasta quedar debajo de una farola, su rostro me resulta familiar…
-Hola, preciosa.-saluda con una espeluznante sonrisa.- ¿No me recuerdas? Creo que dejamos hace tiempo algo por hacer.
Sí, lo recuerdo. El chico pelirrojo que me intentó atacar aquel día en el callejón, pero Jack se interpuso entre su navaja y mi cuello.
-Hemos estado esperando.-se pasa la lengua por sus labios para humedecerlos.-, todos los días pero tu “novio” siempre te acompañaba y es mejor disfrutar a solas con una chica.- estoy inerte, asustada, las piernas me tiemblan y las lágrimas manan sin poder controlarlas. Es la primera vez que tengo esta sensación de impotencia, de no poder usar mis habilidades por…el miedo.- ¿No dices nada?
-Vamos a quitarle la ropa, será mucho más placentero.- se acerca con esa intención.
 No lo pienso dejar, le propino una bofetada  haciendo que se enfaden más. Los demás acuden a su ayuda. Ahora se aproximan todos, me cogen los brazos.”Por favor, Jack…”
Antes de tocarme un grito aterrador sale disparado de sus cuerdas vocales, todos los chicos están gritando, se agarran la cabeza y sus ojos empiezan a desorbitarse.
-Dejadla en paz.- anuncia una voz desde mi espalda. Los chicos miran al desconocido y el grito se hace más ruidoso hasta que ya no aguantan más y salen corriendo.-Ya no te molestarán más.- concluye.
-Matt…- susurro al girarme.- ¿Cómo…?
-Te he estado siguiendo.-admite sin rodeos. Se acerca pausadamente.- Quería decirte algo.
-Bueno…antes que nada, supongo que debo pedirte disculpas-admito con convicción-, no sé como lo has hecho, ni la influencia que tendrás sobre esos chicos como para hacerles huir de esa manera. Aún así, gracias y perdona por no haber confiado en ti durante todo este tiempo. Me has salvado dos veces la vida  y yo seguía con la misma inseguridad sobre ti… sobre que eras un asesino.
-No importa, no debes disculparte.- en mi rostro se plasma media sonrisa cansada.- No te equivocabas, lo soy. Soy el asesino que mato a esa chica.- ahora es él quien sonríe.      

jueves, 21 de abril de 2011

Meme ¡Coge tu libro!

Vale, sé que esperabais el capítulo 12 , he visto esta entrada en varios blog y hoy he visto que me lo ha otorgado "Fer" desde su blog "http://soymipropioespia.blogspot.com" y consiste en coger el libro más cerca que tenga, ir a la página 89 y a la quinta frase. Esa frase tengo que escribirla en esta entrada. Es la primera vez que me nominan para algo, así que tenía que hacerle una entrada :3 (gracias Fer xD)
Haber el libro más cercano que tengo es...

La daga, escrito por Philip Pullman
Y la frase:
-<<...capaz de convivir con incertidumbres, misterios y dudas sin pretender asir con gesto irritable los hechos indiscutibles y la razón...>>Hay que adoptar ese estado mental.

Ahora tengo que nominar a 6 personas:

A Almu♥ por: http://unchicoindiferente.blogspot.com/
A Mari♥ por: http://nuncatedejaresola.blogspot.com/
A (...GeeMaa...) por: http://coorazondedragon.blogspot.com/
A Luany por: http://diariokawaii.blogspot.com/
A Shiraasan por: http://eljuegodelasrosas.blogspot.com/
A ★Nami★ por: http://my-vampire-love-destino.blogspot.com/

Me gustaría nominar a más, lo siento :(

Y respecto al capítulo lo subiré lo antes posible, lo prometo :)
Gracias por vuestros comentarios!

PDT: Ultimamente no puedo ver los "seguidores", he intentado varias cosas para verlo, pero no puedo. Si queréis que me pase por vuestros blogs, comentad con el link para poder adceder a ellos :)

Muchos Besos, Elenna

domingo, 10 de abril de 2011

Capitulo 11: Vida, muerte y estúpidas decisiones

Las sombras se van apoderando de mí, ha llegado la hora de despedirme de todo en lo que he estado viviendo.  Al final de la oscuridad está alguien esperándome, corro hacia él y cuando estoy cerca lo visualizo mejor…es Elliot que me tiende su mano, la intento sujetar pero esta se desvanece como polvo arrastrado por el viento. En realidad todo se difumina, de la oscuridad empieza a brotar la luz que toma forma hasta quedar un rostro que no consigo encabezar, sus labios se mueven pero, sin embargo, yo no oigo nada. La cabeza me da vueltas y tengo un sabor a sangre en la garganta.
-¿Estoy muerta?- esas dos palabras se me clavan como agujas en la boca.
-Por suerte, no-se apresura a contestar el desconocido.
-¿Quién eres?-susurro, porque apenas tengo fuerzas para gesticular.-Espera… ¿Matt?-lo difuminado se ha vuelto preciso.
-Tranquila, ya sé que no confías en mí.- admite, coge mis muñecas heridas e intenta hacer algo para que para de manar sangre.-Jack me envió aquí, dijo que no te encontrabas bien y que me pasara para ver tu estado, me alegro de haber venido.
-¿Has salido antes del instituto?-pregunto, aunque sé la respuesta.
-Sí.-afirma y extrae de una cajita una aguja y un hilo.-Ahora, no te muevas y puedes gritar si quieres.
Comienza a cerrar la herida, y sí, empiezo a gritar es bastante doloroso. Me sorprende sus habilidades para curar heridas suicidas. Cuando me calmo permanezco callada, no me apetece hablar, pero el silencio acaba por romperse.
-¿Sabes? Es muy fácil.-empieza a decir Matt.-Las personas no valoran la vida, cuando se sienten perdidos, tristes…optan por el camino más sencillo, la muerte, el suicidio. En ese momento nunca piensas en los demás, solo piensas en ti.-me mira.- ¿Te imaginas que no hubiera llegado, y en lugar de eso Jack se presentara en tu casa y te encontrara en un manto de sangre, sin vida? No podrías ver su rostro, que se llenaría de culpabilidad por no estar contigo en ese momento, de tristeza por perderte y rabia por no poder hacer nada al respecto. Luego se tumbaría a tu lado hasta que el crepúsculo se fuera. En clase al oír tú nombre, se le representarían los momentos en los que aún estabas. Y tú, en el cielo, en el infierno o en la nada no te darías cuenta de nada, de lo que has hecho por ti, para tu satisfacción mental y no, en el cambio que han sufrido las personas que te quieren.
Me quedo totalmente perpleja, no me esperaba esas palabras. Las lágrimas se deslizan por mi rostro, me apresuro a limpiarlas con la manga de la camisa.
-Tuve a alguien que consiguió su propósito, morir para estar tranquilo. No sabes lo que sentí al verlo, mi mundo se derrumbó en un instante.-manifiesta sombríamente terminando de curar la herida.
-¿Y no preguntas por qué yo he hecho esta estupidez?-balbuceo.
-No. Tendrás tus razones, pero nunca hay que huir por muy fuertes que sean.-se levanta lentamente.-Deberías hacer lo mismo, no preguntar y suponer que las personas tiene razones para hacer lo que hacen.-me levanta en brazos.
-Lo dices por lo de entrar en mi casa aquella noche, la muerte de esa chica y mi desconfianza de ti, ¿verdad?-asiente.-Lo tendré en cuenta.
Me suelta suavemente sobre la cama, se despide con una sonrisa como si no hubiera pasado nada. Me acomodo en la almohada, a mi mente surgen sus palabras. En mi caso, tomé esa decisión tan drástica por los demás, no por mí. Cheshire surge de debajo de la cama, está preocupado por mí, le acaricio una oreja para tranquilizarlo. Finalmente me quedo dormida.
El sonido simultáneo del timbre me despierta, bajo los peldaños que componen la escalera, sé que es Jack, y efectivamente me lo encuentro en la puerta.
-No puedo creer que intentaras quitarte la vida.-dice sombrío.
Bajo el rostro y le hago sitio para que entre, nos sentamos en la mesa de la cocina, quiere que le explique mis motivos pero no lo hago. Él insiste:
-Karen, ¿por qué?
-Supongo que los recuerdos referentes a mi pasado me estaban afectando-miento, aunque por su mirada deduzco que no se lo cree.
-Dime la verdad.-dice, su tono de voz es hueco.
Silencio. Son tantas cosas que no sé por donde empezar, tantos miedos que me obligan a tomar este tipo de decisiones que nadie parece entender, miro a través de una ventana y visualizo un bello prado a lo lejos… ¿por qué no puede ser la vida tan hermosa como ese trozo de hierba verde?
-Jack, me estoy volviendo loca.-decido empezar por lo más básico, mi primera preocupación, el parece extrañarse, pero prosigo- He visto a mi hermano muerto, Jack. Corriendo para llevarme a cualquier lugar teniendo la certeza de que yo le seguiría, y no es la primera vez, tú hermana Annie en el pub Cereza. Presencias que solo puedo ver yo. ¿Acaso es eso de estar muy cuerda?
-No estás loca.-sus ojos azules se clavan en los míos con seguridad.-Estoy seguro, pero ese no es el motivo por el cual…
-Lo sé.-añado cortante-Es uno de ellos.
-¿Cual es el otro, Karen?-insiste, con una voz tranquilizadora.
Tardo unos minutos en contestar, por una parte deseo contar todo lo ocurrido, pero por otra sé que eso sería peor para él, entonces recuerdo lo que Jack me dijo el primer día que nos conocimos: “¿De qué tienes miedo? ¿De lo que conoces o de lo que no conoces?”Me lleno de valor y decido contárselo:
-En clase, cuando fui a recoger la libreta, descubrí en mi mesa un dibujo de una hiedra roja, a su izquierda se hallaban unas palabras escritas “No temas”. Me han encontrado, Jack.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué no me lo has contado antes?!-su voz se eleva.
-Porque no quiero…causarte más problemas…-Jack relaja sus hombros-Dime, ¿Qué hiciste con el cuaderno de Robert? Por que de eso me debería haber ocupado yo.
-Lo introduje en agua caliente, quedo empapado y le dije a Robert que se me había resbalado, en el servicio, en un cubo de las encargadas de la limpieza. Me gritó, como es normal.
-Por mi culpa. Jack, si no te lo dije es porque no quiero que te ocurra nada.
-Sí, y en vez de decírmelo, tomaste una decisión por ti misma, el suicidio. Al menos yo podría hacer algo, y si no llego a decirle a Matt que viniese… ¿te mueres? Me importas más de lo que crees.
-Lo sé, tomé una estúpida decisión, pero no me arrepiento de intentar acabar con todo esto, yo soy el problema y cuando el problema acaba ya no hay dificultades para los que te importan.-declaro.
Jack se levanta con un estruendo y se agacha a mi lado, me coge las muñecas con suavidad para no hacerme más daño del que me hecho yo.
-Prométeme que nunca volverás a…suicidarte.-dice.
-Está bien, te lo prometo. No te preocupes-respondo con sinceridad.
-Gracias, ahora tengo que volver a casa.-se levanta del suelo y se dirige a la puerta, antes de marcharse, concluye-Cuídate.
Me quedo sola. Me arrepiento de haberle contado lo sucedido a Jack, ahora tengo que tomar una decisión. Corro hasta el piso de arriba y agarro una maleta, en ella guardo todo lo que siempre llevo en mis viajes para empezar de nuevo. También aferro a una mochila y en ella introduzco a Cheshire. Le prometí a Jack que no sería una suicida pero no mi libertad para irme. Con cautela recorro las calles conocidas de la ciudad, hasta llegar por fin a una estación de tren. Mi vehículo para escapar. Para el próximo viaje tengo que esperar media hora, saco un libro de Sherlock Holmes de mi mochila y permanezco en un banco leyendo. Cheshire no se mueve, lo enseñé hace tiempo a permanecer quieto para los viajes o salidas de última hora. Cuando es casi la hora, me levanto, sujetando la maleta, para dirigirme al tren, que aún no ha llegado.
El viento azota mis cabellos, incluso parece que grita mi nombre. Dedico una última mirada a mí alrededor y…visualizo a un chico de cabellos dorados corriendo hacia mí. No era el viento quien decía mi nombre sino Jack. ¿Cómo me ha encontrado? Quiero perderle de vista, pero ya es tarde…está tan cerca. Doy unos pasos para entrar en el tren, Jack empieza a gritar:
-¡Espera!, ¡No te vayas!-me paro en seco-¡No me importa el riesgo que corra al estar contigo, no me importa joder!, ¡Yo te protegeré!, ¡Porque no soy solo el chico que te acompaña a clase, soy el chico que daría la vida por ti!, ¿Y sabes por qué? Por que te quiero y estoy dispuesto a parar ese tren para que te quedes conmigo.
Espera… ¿me estoy imaginado este momento?, ¿mi locura ha llegado a tal extremo? No sé si es eso, pero estoy corriendo hacia él. Cuando llego a su encuentro, él está exhausto. Se sonroja al verme. No es locura.
-Te protegeré, te lo prometo.-dice, con la mirada hacia abajo.
-¿Es verdad lo que has declarado antes?-pregunto.
Asiente, quiere una respuesta o quizá no la quiera, pero antes de saberlo por parte de los dos, le pido una cosa.
-¿Podías repetirlo?-Jack se queda asombrado- No me gustan esas dos palabras, significan tanto y las personas las utilizan con tanta facilidad que al final…no representan nada. Por ejemplo, unas amigas que se dicen esas palabras y al final se separaran, o una pareja que rompen…Yo no quiero eso.
-Eres importante para mí, supongo que el primer día que te vi, supe que eras diferente, yo también lo era. Entraste en mi vida con una sola mirada y desde entonces estoy dispuesto a dar la vida y el alma para estar a tu lado. No me importa que tengas esa habilidad, ni que te persigan…yo solo quiero estar junto a ti.
Eso es lo que buscaba, me pongo de puntillas, él se acerca para juntar sus labios con los míos, lentamente cierra los ojos, pero yo no, yo prefiero verlo. Mi corazón late muy fuerte, pero cuando nuestros labios se juntan formando un beso, esos latidos parecen pararse de pronto. Y así, mi aire son ya sus besos.
No, no era una imaginación el ver a Jack en la estación, ni una locura…era un sueño hecho realidad. Para mí, él también es lo más importante.